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Ayer, en el Registro de Patentes de
Inglaterra, se recibió un curioso invento. El señor Bramah presentó un
retrete más perfeccionado que el inventado por F. Cummins.
Este nuevo artefacto es más pequeño y
cómodo. La mayor innovación consiste en una tubería instalada debajo de la
taza, que curvándose hacia atrás retiene siempre el agua limpia e impide el
paso del mal olor.
A. Bramah lo denomina la “trampa del mal
olor”.
Recordemos cómo antaño era costumbre
defecar en las calles, lo cual acarreaba serios problemas de higiene. Por
este motivo era necesario discurrir una manera más sana y cómoda de que cada
uno hiciera sus “necesidades”.
Así pues ya en 1775 se inventó el primer
retrete, pero lo cierto es que no era del todo práctico ya que aunque
disponía de una tubería subterránea, sin embargo, ésta era recta lo cual hacía que traspasaran los malos olores.
La última versión del retrete espera ser
admitida en el Registro de Patentes dada la innovación realizada. Es posible
que dentro de poco tiempo tengamos todos instalado este nuevo sistema en
nuestras casas.
OIHANE OZAETA
(1.C)
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2012/06/19
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